Reencuentro

Ayer fue un día bastante extraño, me reencontré con muchas personas del pasado, lo que provocó que mi inconsciente empezara a desempolvar los recuerdos que durante años almacenó y volvieron a ser tan claros como el día que los viví...

PRIMER REENCUENTRO

Salí de casa hacia el trabajo tomando el primer taxi que encontré, al subirme inició el diálogo...

Yo (Y): Buenos días
Taxista (T): Hasta donde vas?
Y: (diciendo en mi mente "por qué me tutea? igualado") Voy a la esquina de Universidad y Cuauhtémoc (al mismo tiempo que cerraba la puerta).
T: Vas a tu trabajo? (mirando por el retrovisor)
Y: No (con tono molesto y cortante)
T: y cómo has estado? Bueno, hasta la pregunta ofende, verdad?
Y: (entrando en pánico porque el tipo no dejaba de mirarme y me hablaba con bastante familiaridad)¡Voy a bajar!
T: Tranquila, no te asustes ni te espantes. No te acuerdas de mi?
Y: ¡No!
T: Soy Manuel, amigo de tu primo Alvaro. Estudiamos juntos en la primaria; ya te acordaste?
Y: Si
T: Sigues igual o más bonita que antes. Te acuerdas que te decía que te quería y te pedía que fueras mi novia?
Y: No mucho, tengo mala memoria.

La verdad es que si me acuerdo. La historia comenzó cuando yo iba en 3° de primaria y el en 4° (junto con mi primo), siempre que pasaba junto a mí me susurraba al oído "qué bonita estás", "dame un besito" pero con un tono de lujuria que me daba miedo, a veces me cantaba; en los recreos me perseguía y no dejaba de verme, hasta se peleaba con los niños que me hablaban. Un día me mandó, con un amigo de él, una cartita donde me declaraba su amor y recuerdo que puso muchas frases cursis y lleno la hoja de corazones y nuestras iniciales; cuando terminé de leerla le pedí a mis amigas que me acompañara a su salón. Cuando llegamos él estaba jugando canicas con todos sus amigos (incluyendo mi primo), el diálogo fue el siguiente:

Yo: ¡Quiero hablar contigo!
Manuel: Ya leíste la carta? Si vas a ser mi novia?
Yo: (al mismo tiempo que rompia la carta en pedacitos) Ni creas que quiero ser tu novia, estás bien feo, me tienes harta, ya no quiero que me persigas ni que me mandes cartas feas como esta (y le aventé los pedacitos en la cara).

Sus amigos se empezaron a reir, me dí la media vuelta y me fuí a mi salón, pero mis amigas me dijeron que recogió los pedazos de carta y se fue a su salón.

Dejó de molestarme, incluso, al siguiente año escolar no regresó (pero apareció otro que afortunadamente no era tan insistente). Tal vez fue un poco cruel, pero cuando eres es niño siempre dices las cosas tal como las piensas, pero no me arrepiento, porque volvió a tirarme la onda y con el mismo tono lujurioso (o peor) que cuando éramos niños, la diferencia fue que lo rechazé con diplomacia.

SEGUNDO REENCUENTRO

Más tarde me reencontré con Daniel. A él lo conocí cuando entré a la secundaria y él iba en prepa (en el colegio donde estudiamos ambas secciones estaban juntas). No platiqué mucho con él, solo compartimos teléfonos y quedamos en salir un día de estos.

Con él fue todo un enredo, cuando entré a la secundaria tenía dos amigas K y P; P tenía novio (no era de la escuela) y K y yo estabamos solteras, pero a K le gustaba Daniel, así que nos pidió ayuda para acercarse a él. No recuerdo como fue, pero logramos hacernos sus amigas (y no solo de él, sino de todos sus amigos que estaban guapísimos). El ya sabía que K quería con él así que siempre le huía y se suponía que P y yo teníamos que hacer que se enamorara de K, pero resulta que P jugó sucio y le dió baje con el galán. Al mes y medio él la corto y adivinen qué........me empezó a buscar. A mí no me gustaba pero siempre hacía algo para sorprenderme y empecé a salir con él. No concretamos nada porque tenía otro pretendiente (que casualmente también le gustaba a K) y pues lo preferí a él; jajajajajaja pobre de K, nos quedamos con sus galanes, pero debo aclarar que no jugué sucio, y de eso ella estuvo consciente, ya que fuimos amigas por muchos años.